El Ayuntamiento de Sitges y la Diputación de Barcelona han presentado el proyecto una audiencia pública donde se ha dado a conocer los primeros detalles de los usos que se plantean en este nuevo espacio emblemático de Sitges. La Diputación aporta € 280.000 para redactar el anteproyecto.
El emblemático edificio de Can Falç, en el Paseo de la Ribera, se convertirá en centro cultural patrimonial de uso público, que mostrará el pasado marinero y agrícola de Sitges. El alcalde, Miquel Forns, presentó ayer el proyecto, acompañado del diputado de la Diputación y miembro de la Junta de Gobierno, Carles Rossinyol; la concejala de Cultura, Mireia Rossell, y la directora del Consorcio del Patrimonio de Sitges, Vinyet Panyella, que realizó la explicación técnica.
Can Falç, situada en el paseo de la Ribera, es la casa particular más antigua de Sitges y la que se ha conservado mejor de forma íntegra. Su historia permite explicar la evolución agrícola y marinera de Sitges entre los siglos XVI y XIX. Desde el año 2000, Can Falç está cerrada, una vez murió su última habitante, Josefina de Dalmau. Los años siguientes, el edificio sufrió una profunda degradación y, incluso, una grave amputación parcial en convertir un espacio anexo que era zona verde en zona edificable. Desde finales de diciembre de 2011, la Diputación de Barcelona -propietaria del inmueble desde el 1986- y el Ayuntamiento de Sitges han realizado intervenciones de mantenimiento puntuales para frenar el deterioro.
Precisamente, ha sido el acuerdo entre las dos instituciones lo que permitirá la rehabilitación y recuperación del histórico edificio. El acuerdo adscribe Can Falç al Consorcio del Patrimonio de Sitges -que gestiona los museos Cau Ferrat, Maricel y Romántico, el Palacio de Maricel y la Fundación Stämpfli- y detalla una aportación de 280.000 euros por parte de la Diputación para la redacción del proyecto, que deberá concretar su restauración, conservación y definición museística.
Precisamente, el uso de Can Falç como espacio museístico y centro cultural es el eje del proyecto que rige su recuperación. El Consorcio del Patrimonio de Sitges destinará las colecciones de arqueología -actualmente dispersa- y la de marinería de Emerencià Roig i Raventós. Esta última estaba en el Museo de Maricel hasta la reforma y adquirirá un nuevo protagonismo y relevancia en Can Falç. El objetivo de la actuación es que Can Falç pueda mostrar el pasado marinero y agrícola de Sitges en un centro que genere actividad cultural propia. En este sentido, los programas en los que ya trabaja el Consorcio del Patrimonio de Sitges y que ayer presentó Vinyet Panyella son: Historia y leyenda de los Falç; De Can Falç en Can Llopis; La bodega de Can Falç: vino, malvasía y comercio; La marina de Sitges (Colección de marinería); La capital de los Neardenthal (Colección de Aarqueologia); Can Falç, paisaje artístico: del luminismo el siglo XX.
El proyecto prevé la rehabilitación integral del edificio, la conservación integral de la planta noble y la reconstrucción de la bodega. El acuerdo para rehabilitar y recuperar el edificio elimina definitivamente proyectos elaborados en la anterior legislatura, como el posible traslado del Centro de Estudios del Mar en este edificio o, sobre todo, su derribo parcial para ubicar una biblioteca en un edificio moderno de vidrio. Las previsiones apuntan a que el centro podría estar totalmente recuperado en 2018, si bien la intención es que algunos espacios se puedan abrir antes, una vez se desarrollen las reformas por fases.
Durante el acto de presentación del proyecto, el Alcalde, Miquel Forns, subrayó la importancia de que «Can Falç recupere su vida y abrir al público» y agradeció el apoyo de la Diputación de Barcelona para hacerlo posible. El diputado de Patrimonio de la Diputación, Carles Rossinyol, señaló que la Diputación renunciaba al legado del mobiliario interior -que ha sido cedido al Ayuntamiento y una parte del cual destinado al Museo de Maricel- y que «para nosotros resultaba prioritario salvar, rehabilitar y poner esta edificio al servicio de Sitges «.