El cañón del Baluard vuelve a lucir en su ubicación habitual pero, esta vez, se trata de una réplica hecha a base de silicona y fibra de vidrio.
El alcalde de Sitges, Miquel Forns, inauguró la instalación de la réplica, el pasado domingo, acompañado por la concejala de Cultura, Tradiciones y Fiestas, Rosa Tubau, coincidiendo con el día Internacional de los Museos. Forns explicó que «el Ayuntamiento ha realizado la réplica para mantener la imagen patrimonial del casco antiguo y para asegurar la conservación de la pieza original, que se estaba estropeando por la corrosión del mar».
El cañón original ha lucido el Baluard durante más de 200 y pico años y ha pasado por el taller en más de una ocasión. Las más recientes, en 2008 cuando se restauró en su totalidad, en 2010 cuando se le hizo una actuación de mantenimiento, y en 2015 en la que ha sido la última restauración. «Las actuaciones son insuficientes y si hubiera retornado aquí, con el tiempo, no hubiera habido vuelta atrás y se hubiera dañado para siempre», ha subrayado la concejala Tubau.
Se trata de la única de las seis piezas que quedan de la batería costera del Baluarte que defendía Sitges a finales del siglo XVIII. El cañón ha protagonizado algunos importantes capítulos de la historia local como el 27 de abril del 1797, cuando la antigua batería de cañones mantuvo un largo combate con dos fragatas inglesas que querían apresurar cuatro embarcaciones mercantes ancladas al litoral de Sitges. Después de cuatro horas de cañoneo, las naves inglesas se tuvieron que retirar, derrotadas, sin lograr su objetivo.
El Ayuntamiento de Sitges cederá en depósito a Museos de Sitges la pieza original para su mantenimiento y conservación.