El alumnado de las escuelas Miquel Utrillo, Escola Pia y María Ossó presentaron su proyecto de emprendimiento, en el marco del programa Cultura Emprendedora en la Escuela, con una Feria donde pusieron a la venta los productos elaborados durante el curso .
El alumnado de 5º y 6º de primaria de la escuela Miquel Utrillo, Escola Pia y María Ossó de Sitges que han participado en el programa Cultura Emprendedora en la Escuela, presentaron, sábado, en el Paseo de la Ribera, los resultados de los sus proyectos en la Feria de Productos. Los niños pusieron a la venta los productos que han diseñado a partir de sus propias cooperativas. Una parte de los beneficios se destinarán a una ONG, en cumplimiento de la responsabilidad social de la empresa.
La Feria tuvo un gran éxito de público y de ventas, que culminaba todo el trabajo realizado durante el año. Berta González, de la Escuela Miquel Utrillo, de 10 años, miembro de la Cooperativa Cuc, explicó que «nos han enseñado muchas cosas, como lo que significa una cooperativa, y las tareas que se tienen que repartir entre todos». Entre los productos a la venta, colonias, libretas, pulseras, relojes y fundas de móvil.
Lola García, de la Escuela Miquel Utrillo, de 11 años, que participaba con la Cooperativa Utribooks, ha destacado «el aprendizaje que hemos tenido, a través de las diferentes charlas que se han organizado. Hemos aprendido la importancia de tener un buen contacto con los clientes y de cómo hacer llegar la oferta de los productos, a través de flyers y hojas informativas. Ha sido una experiencia muy enriquecedora «.
La Feria de Productos es el último de los pasos del programa Cultura Emprendedora en la Escuela, un programa de la Diputación de Barcelona que nace con el objetivo de fomentar la cultura emprendedora y las competencias básicas en el ciclo superior de Educación Primaria. Durante el curso escolar, el alumnado crea y gestiona una cooperativa con el apoyo de la comunidad educativa, la administración local y otros agentes sociales.
Entre las tareas que se han desarrollado, una de las primeras que los jóvenes empresarios tuvieron que hacer, fue decidir el nombre de la cooperativa, elaborar los estatutos, decidir el fin de la empresa o votar los cargos y funciones de todos los componentes. También tuvieron que solicitar el NIF y elaborar su propio logotipo. Para la realización del proyecto, los alumnos tenían su espacio web y una dirección de correo que debían gestionar ellos mismos.
El proyecto pretende que los alumnos creen una empresa de tipo cooperativo, con toda la gestión y toma de decisiones correspondiente, con el objetivo de incrementar la capacidad de trabajo en equipo y fomentar la autonomía personal. Es un proyecto en el que los niños trabajan de manera transversal aspectos como la comunicación verbal y escrita, la redacción, el cálculo, el diseño, las nuevas tecnologías, la expresión gráfica o la creatividad, entre otros.