La retrospectica sobre el pintor Serrano llega a la recta final

El Edificio Miramar acoge hasta el 22 de septiembre la exposición que pretende poner en valor la obra de un artista con una gran variedad de temáticas como las flores, las naturalezas muertas , los gallos, los caballos, los arlequines , los paisajes y los retratos.

Más de 2.000 personas han visitado la retrospectiva Serrano 1912 hasta 1982, el pintor de los silencios, instalada en el Edificio Miramar desde el 3 de agosto. Ahora la exposición llega a la recta final antes de cerrar puertas el próximo domingo. La muestra es la primera retrospectiva dedicada a la obra de Josep Miquel Serrano, tras 31 años de su muerte. A través de un centenar de cuadros, el espectador puede recorrer la trayectoria de un artista que destacó en la pintura, el dibujo y la decoración.

Desde muy joven, José Miguel Serrano veranear en Sitges, pero a partir de 1944 ya se quedó permanentemente durante cuatro décadas. El vínculo con la Villa está presente en la exposición mediante buena parte de las obras exhibidas, ya que muchas pertenecen a hogares sitgetanas. La comisaria de la muestra e historiadora del arte, Bale Artigas, ha realizado una selección cuidadosa de creaciones, provenientes de colecciones privadas, para repasar la trayectoria del pintor y demostrar el eclecticismo de un creador que tratar diferentes temáticas como las flores, las naturalezas muertas, los gallos, los caballos, los arlequines, los paisajes y los retratos.

El artista era habitual de tertulias con artistas y escritores, algunos de los cuales fueron amigos suyos como Pere Pruna y César González Ruano. Josep Miquel Serrano compagino su vida social con su carrera artística. Inicialmente, despuntó con sus creaciones en su ciudad nata , Barcelona, justo antes del estallido de la Guerra Civil. Pero el inicio del conflicto bélico obligó a exiliarse en París, donde continuó pintando y donde hizo amistad con Pablo Picasso y Jean Cocteau. A su regreso a Cataluña continuó pintando y en la década de los 60 ya era un artista valorado y reconocido, en los años 70 su vida bohemia eclipsó su calidad pictórica.

Con este gran homenaje, que finalizará el 22 de septiembre, Sitges ofrece una nueva visión renovada del conjunto de la obra de Josep Miquel Serrano para reivindicarlo como una de las figuras representativas del arte creado en Sitges y en Cataluña

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