Las playas de Sitges se reinventan

Desde el Chiringuito del Poal a Las Botigues hasta la Hola Beach Club en Cabo de Grills, las 19 playas del litoral de Sitges implantan fórmulas para ofrecer un servicio que vaya más allá del mar, la arena y el sol.

Las playas de Sitges disponen de una oferta singular, variada y para todo tipo de públicos y gustos. Desde el Chiringuito del Poal, el primero del término municipal en la playa de Las Botigues, hasta el recientemente inaugurado Hola Beach Club, en la playa del Cabo de Grills, las 50 concesiones de la Asociación Turística de Servicios de Playas (ATSP), buscan innovación y nuevas propuestas que hagan del litoral de Sitges un espacio de ocio o de descanso, según el público. La apuesta pasa también por nuevos conceptos que incorporan la gastronomía, la coctelería o la música como el eje central de su oferta. «El actual equipo de gobierno es más abierto que los anteriores y esto ha permitido a la Asociación presentar nuevos proyectos, que permiten la creación de espacios más modernos o exclusivos y que se alejan del concepto unificador que se tenía anteriormente», ha explicado el presidente de la ATSP, Manuel Martínez. De las 10 mejores playas de Cataluña, 3 son de Sitges.

De las más conocidas a las más recónditas, las 19 playas de la villa son el principal recurso y atractivo del municipio y son el eje sobre el que Sitges ha crecido turísticamente hasta convertirse en un destino de referencia. Según Martínez, «el cambio era necesario porque posiblemente las playas son la primera industria de Sitges». Es imprescindible, en este sentido, la implicación de los empresarios que gestionan los concesionarios, que en algunos casos son la cuarta generación familiar, y como explica el presidente de la ATSP, «no llevamos sangre en las venas, llevamos arena». Ignacio Garrigó, concejal de Turismo y Playas, asegura que «una de las voluntades del Ayuntamiento es que las playas tengan un uso más allá de la temporada, abierto al pueblo y que la gente pueda trabajar y ganarse la vida». Y es que actualmente la ATSP ofrece trabajo a más de 300 personas durante los meses de actividad.

El Ayuntamiento ha negociado duramente con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para poder compensar el canon anual con la aportación de arena en las playas San Sebastián, Bassa Rodona, Estanyol y Riera Xica, mientras no se desiste de reclamar una estabilización definitiva por el litoral de Sitges.

Las playas están pensadas para todos y algunas están adaptadas para personas con movilidad reducida., Con cabinas sanitarias adaptadas, rampas de acceso, pasarelas y, en algunos casos, plazas de aparcamiento reservadas. Además, se ofrece servicio de silla anfibia para posibilitar el baño a Las Tiendas de Sitges, Garraf, Aiguadolç, San Sebastián, Ribera y La Barra. La mayoría están distinguidas con diplomas de calidad medioambiental como la ISO 14.001 para la gestión medioambiental y el compromiso de calidad turística del SICTED para la calidad en los servicios, que han obtenido 13 de las 19 playas de Sitges.

Cada una de las playas tiene personalidad propia. Las de poniente, de más difícil acceso, son las que albergan más encantos naturales, más vírgenes y rodeadas de acantilados. Las de levante, en cambio, están dotadas con más servicios, son las más visitadas y se encuentran en el entorno urbano.

Las Playas de Sitges

La primera chiringuito del término municipal es el del Poal, en Las Tiendas. Con una longitud de casi 1,5 km, la playa dispone de todos los servicios y acceso hasta la zona de baño para personas con movilidad reducida. En esta playa se puede visitar también el Chiringuito Latitud Norte, gestionado desde hace un año por Enrico y Geraldine, que han apostado por la gastronomía y el servicio de calidad en una de las playas más grande de todas las de Sitges.

Siguiendo el litoral se llega a Cala Ginesta. Situada junto a Port Ginesta, para acceder hay que entrar en el Puerto, gratuitamente si se hace a pie y pagando entrada si se entra a las instalaciones en vehículo rodado (2’40 € / hy € 12 todo el día). Es una cala artificial y una de las más vírgenes del municipio, ya que se encuentra rodeada por surtidores de agua dulce que brotan de las rocas calcáreas del Macizo del Garraf. El capitán del Puerto, Rodrigo de Febrero, explicó que «el público que visita la cala busca tranquilidad y un entorno natural certificado».

El presidente de la ATSP, Manuel Martínez, ha asegurado que «en Sitges tenemos playas paradisíacas» y Cala Ginesta no es la única. Continuando la ruta por el litoral de Sitges llega a Garraf, con una playa con todos los servicios y también adaptada a personas con movilidad reducida. Rodeada por las carismáticas casetas, construidas a principios del siglo XX, es una de las 10 mejores playas catalanas por el entorno que la rodea, la calidad del agua y la accesibilidad.

La siguiente parada es Cala Morisca. La leyenda cuenta que el nombre proviene de la época de la conquista, cuando los moriscos fundaban delante para robar doncellas ante la imposibilidad de hacerlo en Sitges, que estaba protegido por cañones. La playa ha pasado de ser un vertedero de desechos hace poco más de 15 años, a ser una playa naturista, y calificada como una de las playas con el agua más limpia de Europa. La familia encargada de la concesión, explicó que en Cala Morisca «se puede encontrar un espacio tranquilo, limpio, cuidado y rodeado de un entorno natural y protegido» y añaden que «los servicios han crecido siguiendo la demanda de los clientes».

Continuando la ruta, escondida bajo las costas de Garraf hay Cala Vallcarca que, de cara a la nueva temporada, contará con una nueva concesión que, según Manuel Martínez, «podría permitir que los usuarios de las playas llevaran sus perros con ellos» .

Y de Vallcarca en la playa de Aiguadolç, que es la primera de las playas del centro, ante la Marina de Aiguadolç, y que ofrece todos los servicios. Muy cerca, Balmins, una playa naturista, formada por tres calitas. Olga Camps, concesionaria de servicio, ha definido el espacio como «una playa tolerante, donde todo el mundo puede convivir, desde familias hasta homosexuales pasando por los nudistas».

Las playas del centro son las más frecuentadas por su proximidad a la estación de tren y por la posibilidad de acceder a pie. San Sebastián, La Fragata, La Ribera o la Balsa Redonda también tienen personalidad propia. Mientras que San Sebastián se puede considerar como la que recibe más vecinos de Sitges, La Fragata es la que dispone de las mejores instalaciones deportivas. La Ribera, por su parte es una de las más populares y cosmopolitas por su ubicación, y la Balsa Redonda es la más concurrida por el turismo gay. A lo largo de estas playas y también en las siguientes hasta Terramar se pueden encontrar múltiples concesiones de otros servicios como alquiler de patines o canoas.

En el Estanyol, situada delante del sector residencial del Vinyet, se pueden encontrar todos los servicios, así como varios chiringuitos que han ido un paso más allá de las tradicionales construcciones. Es el caso del Babalú que ofrece comida y coctelería, además de animación musical, principalmente los fines de semana. «Esta es nuestra forma de diferenciarnos y también apostamos por la organización de eventos» explica Luis Llansó. Codo a codo con el Babalú se encuentra Alberto Beach, que ambienta la estancia en la playa con música chillout y con camas balinesas al más puro estilo ibicenco. Este fue uno de los primeros concesionarios en innovar con el servicio de hamacas y masajes.

Después del Estanyol. La Riera Xica, que dispone de todos los servicios, y la Barra, que tiene como particularidad las cuatro isletas artificiales que se crearon para la protección de la arena y el Sausalito, un negocio surgido de la iniciativa de cinco amigos que crear un nuevo concepto, pionero en las playas de Sitges, y que hoy en día, 25 años después, sigue funcionando con éxito.

Seguidamente, Terramar y las Anquines, que también fue pionera en su día, modernizando la imagen y los servicios que se ofrecen en la terraza del chiringuito.

El Hola Beach Club es la novedad de esta temporada. Una nueva concesión, instalada en la playa del Cabo de Grillos y que va un paso más allá ofreciendo gastronomía de alto nivel, coctelería, servicio de hamacas y ambientación musical electrónica durante todo el día y hasta las doce y media de la madrugada. La iniciativa surge de cuatro jóvenes empresarios de Sitges que aseguran han intentado «mostrar un concepto diferente, ofreciendo un chiringuito culinaria basada en las tapas de El Cable, donde también se ofrecen servicios complementarios».

Del Hola llega a las playas de poniente, de más difícil acceso, ya que la única forma de acceder es a pie. El Hombre muerto es la primera de las calas. Naturista comparte espacio con la playa de Roses, donde se llega a través de un abrupto sendero rodeado de acantilados. «Es una playa naturista, con un público mayoritariamente gay y familiar, y que te permite desconectar en un espacio mágico, donde ofrecemos todos los servicios y donde no queremos masificaciones», explicó Michel Yañez. La última playa de Sitges ponente es la Desenrocada. Naturista y de difícil acceso dispone de servicios de chiringuito, sombrillas y tumbonas y un servicio muy personalizado.

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