Sitges, en la Carretera del Vino; Wine Roads Internacionals

Inspirada en las Wine Roads Internacionals, la Carretera del Vino es la primera propuesta enoturística de todo el estado en ofrecer un recorrido lineal desde los viñedos hasta el mar, con un alto valor histórico y cultural.

Silos será uno de los paisajes que recorrerá la nueva Carretera del Vino que doce bodegas del Penedès y siete municipios de las comarcas del Penedès y el Garraf han presentado hoy en Vilafranca del Penedès. La iniciativa enoturística recupera el antiguo trazado comercial que en la época de los romanos unía el interior del Penedès con la costa y se utilizaba para transportar los vinos elaborados en este territorio.

La Carretera del Vino, que se pondrá en marcha el próximo mes de junio, se convertirá en la primera Wine Road de todo el estado, entendida como ruta lineal, que sigue un trazado flanqueado por bodegas y otros puntos de interés turístico. El recorrido de unos 40 km parte de Sant Martí Sarroca y llega a Sitges, pasando por las poblaciones de Pacs del Penedès, Vilafranca del Penedès, Olèrdola, Canyelles y Sant Pere de Ribes.

Las bodegas que lo integran son Mas Bertran Viticultors, Rovellats, Parés Baltà, Colet, Cellers Torres, Heretat Mas Tinell, Pinord, Torreblanca, Finca Viladellops, Clos Lentiscus, Torre del Veguer y Puig Batet, y nace con la voluntad de posicionarse como ruta vinícola de referencia del Penedès y del Garraf, impulsando actividades de manera conjunta y articulada. El objetivo es contribuir al crecimiento del turismo y al mismo tiempo proteger el territorio para preservar su belleza paisajística y valor histórico.

Como las más famosas y conocidas Wine Roads del panorama mundial, entre las que destaca la de California o la de Nueva Zelanda, la Carretera del Vino contempla una oferta conjunta a nivel enoturístico de la mano de los doce bodegas de tamaños y estilos diferentes, pero también integra numerosos recursos turísticos de especial interés histórico y arquitectónico, ya sean vestigios de los iberos, castillos o casas modernistas, todo ello completado con una variada oferta gastronómica de calidad.

La Carretera del Vino contará con una programación anual de fines de semana tematizados en los que los visitantes podrán disfrutar de actividades relacionadas con la misma temática en los diferentes bodegas, o la posibilidad de disponer de ventajas en la visita de las bodegas.

El acto de presentación ha sido presidido el consejero de Empresa y Empleo de la Generalitat de Cataluña, Felip Puig, y ha ido a cargo del presidente de la asociación la Carretera del Vino, Marcelo Desvalls; el presidente de la asociación la Carretera del Vino, Miquel Torres; y del arqueólogo Xavier Esteve, del Instituto de Estudios Penedesencs. También ha intervenido el alcalde de Vilafranca Pere Regull, en nombre de los municipios que integran la ruta. El acto ha contado con la asistencia de la directora general de Turismo Marian Muro; el director general del INCAVI, Jordi Bort; el presidente del Consejo Comarcal del Alt Penedès, Francesc Olivella; el concejal de Competitividad y Empleo, Jordi Mas, y representantes municipales y de entidades vinícolas, así como de las bodegas que conforman de La Carretera del Vino.

Una ruta con pasaporte digital

La Carretera del Vino está ubicada sobre el trazado de las antiguas vías que unen Sant Martí Sarroca con Vilafranca del Penedès, y esta población con Sitges. Está concebida inicialmente para hacer con vehículo motorizado, aunque en un futuro próximo estará disponible también para hacer a pie o en bicicleta a través de un recorrido alternativo y apto para este tipo de desplazamiento.

Entre las herramientas de que dispondrán los enoturistas para recorrer La Carretera del Vino, cabe destacar una aplicación con geolocalización para móviles y tabletas, donde se podrán seleccionar diferentes tramos del recorrido y se indicará que bodegas, puntos de interés y restaurantes quedan cerca para que cada uno se pueda confeccionar su propia escapada enoturística. En su versión de pago, la aplicación dispondrá de un sistema de pasaporte con el listado de las bodegas, que serán sellados electrónicamente una vez se hayan visitado, y que ofrecerán al enoturista degustaciones premium y otras ventajas.

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