Valentí Mongay: «se puede cocinar un sueño si tenemos los mejores ingredientes y ninguno de ellos destaca por encima de los demás»

Valentí Mongay: «se puede cocinar un sueño si tenemos los mejores ingredientes y ninguno de ellos destaca por encima de los demás»

El pregonero de la Fiesta Mayor hizo un recorrido por su vida asociativa e invitó a los asistentes a dar un paseo por el mundo para encontrar Sitges y sitgetanas que añoran los fiestas


«Se puede cocinar un sueño si tenemos los mejores ingredientes y ninguno de ellos destaca por encima de los demás, sin protagonismos, aunque estos ingredientes sean humildes, ya que lo importante es que sean de calidad, sostenibles y de casa». Esto es lo que aprendió el pregonero de la Fiesta Mayor, Valentí Mongay, de su colaboración con la Agrupación de Bailes Populares. Este fue uno de los aspectos destacados del pregón que el cocinero hizo anoche en una plaza del Ayuntamiento llena a rebosar y que se rió con sus explicaciones y emocionar con las conexiones que hizo el pregonero con Sitges y sitgetanas que viven fuera de la ciudad y que estos días no podrán asistir a la fiesta mayor.

Mongay hizo un repaso de su vida relacionada con la Fiesta Mayor. Sus inicios intentando ser miembro del baile de bastones pero como al final acabó pasando por una serie de bailes populares pero nunca por el de bastones. También quiso destacar sus dos momentos más importantes relacionados con la fiesta mayor. «El primero no es de fiesta mayor pero sí está totalmente relacionado», explicó. Fue justamente cuando la Agrupación hizo 10 años y se quiso homenajear «aquel gran moixigangues que fue el estimado Francisco Suárez». Por aquel acto, vinieron moixigangers de diferentes lugares y la particularidad es que se hacía dentro de la parroquia. Mongay recordó: «se apagan las luces, suena la música y de repente nos damos cuenta de que se han abierto las puertas principales y entra el grupo sitgetana con la argolla montada y las antorchas encendidas iluminando el cuadro. Ya los bien digo que más de un soltó la lagrimita «.

Por pregonero su segundo momento fue un año que no bailó pero subió al campanario con la familia Baqués. Explicó que «nunca había subido arriba del campanario y es una experiencia que recomiendo a todos los de Sitges. Aquellas vistas de Sitges, la multitud abajo, aquella concentración, esas miradas, esa coordinación de movimientos de los campaneros y el mágico y encantador sonido de las campanas … les aseguro que ahora, cuando lo recuerdo, tengo la piel de gallina «.

Justo en ese momento quiso recordar el nombramiento de Fiesta Patrimonial de Interés Nacional e indicó que «es entonces cuando una fiesta que es capaz de provocar estos sentimientos en tanta gente, en tantas generaciones de Sitges, cuando se merece todos los títulos y reconocimientos del mundo «.

Sólo un año ha estado alejado de Sitges para la Fiesta Mayor y, por Valentí Mongay, la única manera de poder saber entonces lo que estaba pasando a su villa fue a través del Eco. «Es por este y otros motivos que a menudo pienso en amigos y conocidos que viven fuera de Sitges! Qué difícil lo han tenido … pero seguro que todos ellos cuando se van, no hacen más que instalar pequeños pedazos de Sitges para todo el mundo! Ser nuestros embajadores! Así pues permitidme que este pregón sirva para homenajearlos! Les pido que a continuación me acompañen a hacer un viaje por diferentes pedazos de Sitges y escuchen con atención «, invitó a los asistentes.

De esta manera el pregonero de la Fiesta Mayor de Sitges 2016, Valentí Mongay, conectó en directo vía skype con cuatro personas sitgetanas que viven en diferentes partes del mundo y que por varios motivos no pueden vivir la fiesta en directo desde la villa .

Valentí Mongay hizo un pregón muy tecnnològic. Aparte de las conexiones con skype, los cientos de personas que siguieron el pregón en directo desde la plaza del Ayuntamiento pudieron también ver diferentes vídeos con testimonios de personas que viven fuera de Sitges pero que quisieron transmitir su sentimiento hacia la ciudad y la fiesta mayor.

La primera conexión fue con Jordi Mirabent, en Torrelles un sitgetano nacido en Cuba que ha recogido documentación de Sitges «desde que tengo uso de razón», tal como él mismo dijo. Ahora vive fuera y la ciudad debido a su avanzada edad. Recordó las procesiones de su época y aseguró que añora el ruido del mar.

Manhatan también estuvo presente en el pregón gracias a Margarita López que desde New Jersey mostró el perfil de la parte más conocida de Nueva York. Recordó las fiestas y como a los 15 años iba a bailar al Prado y en verano, en el Retiro. Margarita aseguraba que siempre inculcó a sus hijos la belleza de silos. Sin movernos de Estados Unidos pero en el otro lado, José Almirante -un americano de Sitges desde Miami mostró una camiseta de los diablos de Sitges y explicó que la ciudad está presente en Miami gracias a la antigua residencia de Carlos Darín, donde hay cuatro de Ramon Casas.

El último viaje fue a París donde el joven Máxim Gutiérrez vive para prepararse como atleta. Máximo, que salió en la pantalla con el traje de diablo, aseguró que el de verdad le gusta es vivir en Sitges.

Entre medio de los cuatro Sitges que viven fuera de la ciudad también se pasaron videos de otra ciudadanos que están fuera y no podrán venir para fiestas. Así desearon una buena fiesta mayor Mauri Sebastian desde Menorca, Eva Marín desde Valencia, Roger Nicolás desde Tenerife, Maria Lara desde Burgos Luis Albors, Isabel rossell desde Roma, Facundo Beraud desde Buenos Aires, Isidre Llorens desde Guadix, Jose Ruiz «Pepito» desde París, Mar Adell desde Valladolid, Jose Luis Lago desde Galicia, David Moncasi desde Madrid y Vinyet Baqués desde Austin.

Por su parte, Anton Rafecas, el pregonero satírico, acto organizado por la Agrupación de Bailes Populares, basó sus palabras en una combinación de la gastronomía sitgetana y la mofa a la seguridad tanto de la Fiesta Mayor como de Carnaval. También aprovechó para reivindicar el paso de los jóvenes a los elementos populares y la mayor presencia en algunos elementos populares como La Moixiganga.

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