Exposición El escultor Gustau Violet: art, pensament i territori

Se inaugura la exposición El escultor Gustau Violet: art, pensament i territori

La muestra exhibe 104 obras del escultor y otros artistas de la época, procedentes de museos catalanes y franceses para reivindicar la modernidad del arte rosellonés de inicios del siglo XX.

Los Museos de Sitges recuperan y reivindican la obra y la condición de artista transfronterizo del escultor Gustau Violet (Tuïr, 1873 – Perpiñán, 1952), con una completa exposición que reúne 104 piezas suyas y de autores coetáneos en el Museo de Maricel hasta el 21 de octubre. La exposición El escultor Gustau Violet: art, pensament y territori permite presentar una visión de su creatividad avanzada y moderna, así como su mirada en el territorio, que resultó capital en el trazo de su obra. La exposición está organizada por Museos de Sitges, con la colaboración del Ayuntamiento de Sitges, la Generalidad de Cataluña y la Diputación de Barcelona. Sus comisarios son Ignasi Domènech, jefe de Colecciones de los Museos de Sitges, y la historiadora del arte Ester Barón.

El alcalde de Sitges, Miquel Forns ha presidido la inauguración de la muestra acompañado por la concejala de Cultura, Tradiciones y Fiestas, Rosa Tubau, y la directora gerente del Consorcio del Patrimonio de Sitges, Vinyet Panyella. Para el Alcalde de Sitges, Miquel Forns, «el perfil del artista rosellonés Gustau Violet que estimó nuestra vila la emparenta de manera poderosa con Santiago Rusiñoll, una figura referente para los sitgetans y con quien mantuvo una amistad». Además, Forns destacó que «también es importante resaltar el contexto nacional e internacional de la exposición. Gustau Violet tendió puentes entre artistas catalanes del norte y del sur de los Pirineos, favoreciendo el diálogo entre diferentes generaciones y tendencias artísticas de la Europa de la época. Con especial intensidad, apostó por un determinado sentimiento de catalanidad cultural en favor del resurgimiento de las artes y la cultura compartida. Su afán, en momentos de renacimiento pero no por ello exentas de dificultades, nos pueden servir de guía en la actualidad «.

En la misma línea, Vinyet Panyella también ha remarcado la importancia de la exposición dedicada a Gustau Violet que reivindica la modernidad del arte rosellonés de inicios del siglo XX. Según Panyella, «el artista rosellonés compartía la tierra, la tradición y la lengua con otros creadores». Y ha añadido que «el Pirineo, en este caso, no es una frontera sino que sus cumbres, los valles y los caminos son vías de comunicación que sirven de paso de un lugar a otro y esto lo practicaron, durante mucho y mucho tiempo, todos estos artistas: Gustau Violet, Manolo Hugué, Maillol, Paul Gauguin, entre otros «.

La exposición El escultor Gustau Violet: art, pensament y territori muestra la relación entre los artistas del Rosellón y del Principado de principios del siglo XX, a partir de la figura del mismo Violet, que actuó como nexo común y vía de influencia. Violet representó la modernidad y los vínculos con el territorio al mismo tiempo, como introductor de algunas ideas estéticas que dieron forma a una plástica que se adelantó a la del Noucentisme, la reivindicación de un arte propio basado en las formas de vía tradicionales y la integración en un mismo corpus cultural de las Cataluñas del Norte y del Sur.
Terminados sus estudios en París, ejerció brevemente de arquitecto y participó entre los años 1903 y 1907 como escultor en varias exposiciones en el Salon des Artistes y el Salon de Autome, a partir de las cuales comenzó a ser reconocido por la crítica. Distanciado de los cánones estéticos de Rodin, no terminó de encontrar su encaje en los circuitos artísticos de la capital francesa y pronto (en 1903) volvió al Rosellón, donde estableció fuertes lazos con la gente, la cultura, el paisaje y las tradiciones de la Cataluña del Norte, sin perder los vínculos con París. En 1907 publicó un manifiesto en defensa del arte regional, donde sostenía un arte basado en su gente, el paisaje y las tradiciones.
La exposición El escultor Gustau Violet: art, pensament i territori presenta obras nunca vistas antes en el Principado y ofrece una fotografía de la modernidad que representó la escultura de Violet en el contexto del arte rosellonés de su época. A principios de siglo, el Rosellón se convirtió en un verdadero laboratorio de experimentación artística en el que Gustau Violet jugó un papel capital, pero que tuvo también otros elementos relevantes, como la llegada de Henri Matisse en Collioure, la invitación de Arístides Maillol a artistas de diferentes culturas en Banyuls, el nacimiento del Fauvismo o la inminente eclosión de Ceret como cuna del Cubismo.
La exposición que presenta el Museo Maricel es la muestra más completa del arte rosellonés de comienzo del siglo XX vista en Cataluña desde que Miquel Utrillo organizó en la Sala Parés de Barcelona en 1905 la Exposición del artistas del Rosellón. En la muestra de Sitges, las obras de Gustau Violet conviven con otros de Artistides Maillol, Paul Gauguin, Manolo Hugué, Esteve Terrús, Lluís Bausili, Marcel Giri o George-Daniel de Monfreid, entre otros.
La exposición El escultor Gustau Violet: arte, pensamiento y territorio presenta 104 obras procedentes de diversas colecciones, como el Musée de Arte te de Historia de Narbona, el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), el Museo del Diseño de Barcelona, el Museo de Arte de Sabadell, el Museo de Arte Jaume Morera (Lleida), Museo Terrús de Elna, la Biblioteca – Museo Víctor Balaguer de Vilanova y la Geltrú y los mismos Cau Ferrat y Museo de Maricel, entre otros. La muestra también ha recibido préstamos de archivos, bibliotecas, galerías de arte y colecciones particulares. Los dos comisarios, Ignasi Domènech y Ester Baron, han llevado a cabo una intensa labor de investigación, que ha permitido sacar a la luz obras desconocidas, que ahora se reúnen en el Museo Maricel.

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